El embarazo es una etapa llena de grandes cambios, físicos y emocionales. Y es que las mujeres no sólo experimentan una transformación radical, sino que sus niveles hormonales se disparan.

Uno de los cambios más comunes es la caída del pelo. Pero, ¿por qué ocurre?, ¿se puede prevenir? Acá te contamos cada detalle para que sepas qué esperar y cómo afrontar la situación, sin que te afecte más de lo debido.

Al menos el 90% de las mujeres embarazadas pierde su pelo en el embarazo. Se trata de un proceso natural que ocurre por el aumento de los niveles de estrógenos y progesterona durante la gestación, provocando una alteración del ciclo capilar (crecimiento, reposo y caída). Este cambio ocurre por etapas y puede variar de una mujer a otra.

En este periodo el pelo se cae con más facilidad. Esto se debe al aumento de la progesterona, que hace que el cabello esté más débil, delgado y opaco.

A partir de este momento, las hormonas y el estrógeno aumentan y, en consecuencia, se retarda la caída natural del pelo. En el segundo trimestre también aumenta el estriol, que hace que el pelo se vea más abundante y brillante.

Durante el posparto, el pelo puede caerse nuevamente de golpe. Esto ocurre especialmente en los primeros cinco meses tras el parto, debido a la disminución de los niveles hormonales. Es algo que le puede suceder hasta al 50% de las mujeres. En algunos casos, ocurre después de parar la lactancia materna.

Sin embargo, no hay nada que temer. Esta pérdida de pelo es temporal y se soluciona por sí sola. Lo común es que el cabello vuelva a crecer con normalidad entre los 6-12 meses después de dar a luz.

Como comentamos anteriormente, la pérdida del pelo durante el embarazo es un proceso natural, por lo tanto no es necesario ni recomendable hacer un tratamiento capilar específico. No obstante, hay una serie de hábitos saludables que podés seguir o fortalecer en tu día a día para ayudar a prevenir o reducir la caída.

1. Consumí una dieta saludable y equilibrada.

2. Minimizá el uso de secadores y planchas.

3. Reducí los niveles de estrés.

4. Cepillá tu pelo suavemente y de forma cuidadosa.

5. Evitá los peinados muy apretados.

Y lo más importante es que seas gentil y paciente con tu proceso, recordá que todo es temporal y los cambios hormonales serán eventualmente parte del pasado.

En caso de notar que la caída del pelo persiste más tiempo de lo esperado, te recomendamos consultar a nuestro equipo médico para que obtengas un diagnóstico y tratamiento acorde a tus necesidades.