¿Te preguntás qué hacer cuando la alopecia es agravada y no hay suficientes folículos para realizarse un microimplante capilar?

Aunque este escenario parezca un callejón sin salida, existe una solución efectiva: el trasplante de pelo corporal, también conocido como body hair transplant.

Seguí leyendo para conocer todos los detalles sobre esta avanzada técnica, en qué casos se realiza y cómo puede ayudarte a recuperar lo que perdiste.

El trasplante de pelo corporal, también conocido como Body Hair Transplant (BHT), es una técnica quirúrgica que consiste en extraer vello de otras zonas del cuerpo, como la barba, el pecho o los brazos, para posteriormente implantarlo en la cabeza.

Este procedimiento no se realiza sin antes evaluar el vello de la zona donante, para asegurar que sea compatible, tenga características similares y funcione para aumentar la densidad del cabello en la zona receptora, de manera que el resultado sea lo más natural posible.

El trasplante de pelo corporal se realiza principalmente en los casos en los que la zona donante del cuero cabelludo es insuficiente o no cuenta con la densidad necesaria para llevar a cabo el microimplante capilar de forma tradicional.

También es efectivo para los casos de personas con un patrón de calvicie muy avanzado, que desean aumentar la densidad de su pelo en zonas específicas o incluso para quienes buscan cubrir cicatrices en otras zonas como la barba o las patillas.

Al igual que el microimplante capilar tradicional, el trasplante de pelo corporal es una intervención ambulatoria que se realiza bajo anestesia local.

La duración puede variar según la cantidad de vello que se necesite y en general se divide en dos etapas:

– Extracción: se extrae el vello de la zona donante (barba, pecho, brazos, etc) mediante la técnica FUE.

– Implante: el vello se implanta en la zona receptora del cuero cabelludo, que suele ser la coronilla, también bajo la técnica FUE.

El trasplante de pelo corporal ofrece las mismas ventajas que el microimplante capilar tradicional:

– Resultado natural: se extraen vellos corporales que tienen las mismas características que el pelo del cuero cabelludo, para que se integren con el resto del cabello, asegurando una adaptación estética y natural.

– Solución permanente: el vello corporal es resistente a la caída, garantizando un resultado duradero.

– Sin cicatrices ni dolor: el procedimiento es imperceptible y la recuperación es rápida y efectiva, por lo que no quedan marcas visibles.

Si estás pensando en soluciones capilares como el trasplante de pelo corporal, es importante que consultes con un cirujano especializado para que te evalúe y te recomiende la mejor opción según tu caso.

En Capilea contamos con los mejores profesionales para guiarte en este camino. Basta sólo una consulta de diagnóstico, sin costo alguno, para analizar tu grado de alopecia y diseñar la hoja de ruta.

Si querés saber si esta es la alternativa que te conviene, ¡no dudes en contactarnos!