El minoxidil es un tratamiento conocido para detener la pérdida del cabello, y aunque es beneficioso, es importante conocer los posibles efectos secundarios antes de usarlo. Aquí se explica qué esperar de este medicamento y qué alternativas existen para el crecimiento del pelo.

El Minoxidil es un medicamento fármaco para tratar la presión arterial alta o hipertensión. Durante su uso, se descubrió que tenía un efecto inesperado: al aplicarse el minoxidil se estimulaba el crecimiento del cabello. Actualmente se utiliza en forma de loción o espuma para tratar la caída del cabello tanto en hombres como en mujeres.

Como cualquier medicamento, el Minoxidil puede provocar efectos secundarios.

Aunque no son comunes y suelen ser leves, es importante conocerlos antes de comenzar su uso:

• Irritación en el cuero cabelludo: aplicar el Minoxidil puede causar sequedad, comezón o enrojecimiento de la piel.
• Crecimiento de vello no deseado: en algunos casos, puede aparecer vello en otras partes del cuerpo por contacto accidental con el producto.
• Palpitaciones o aumento del ritmo cardíaco: aunque poco frecuente, algunas personas pueden experimentar estos síntomas, especialmente si utilizan una dosis mayor a la recomendada.
• Mareos o desmayos: en casos poco comunes, el Minoxidil puede afectar la presión arterial, provocando estos efectos.
• Retención de líquidos: algunas personas pueden notar hinchazón en manos o pies.

Si experimentás alguno de estos síntomas, es importante consultar a un especialista para evaluar si el tratamiento es adecuado para vos.

El objetivo principal del Minoxidil tópico es estimular los folículos pilosos, estimulando así el crecimiento del cabello. Funciona aumentando el flujo sanguíneo en el cuero cabelludo, lo que revitaliza los folículos. Es especialmente útil en casos de alopecia androgenética.

Sí, el uso de Minoxidil ha demostrado ser efectivo en muchos casos de caída del pelo. Sin embargo, no funciona de inmediato y los resultados pueden tardar algunos meses en hacerse visibles, dependiendo de cada paciente, su cabello y el cuero cabelludo.

Además del Minoxidil, hay otras alternativas para combatir la calvicie:

• Finasteride, que reduce la hormona causante de la pérdida de cabello
• Trasplante capilar o implante capilar, que redistribuye el cabello en áreas afectadas.
• Terapia con PRP, que utiliza el propio plasma para estimular el crecimiento.
• Suplementos vitamínicos y minerales como la biotina, que pueden fortalecer y prevenir la caída del cabello.

Cada tratamiento tiene sus beneficios y posibles efectos secundarios, en Capilea contamos con especialistas que pueden guiarte en cada paso.

¡Contactanos y conocé más sobre nuestras soluciones personalizadas para la caída del cabello!